Baja densidad

El término de “baja densidad” hace referencia a dos situaciones particulares que se relacionan con la habitabilidad de una zona determinada. Puede referirse a la cantidad de habitantes que se encuentran viviendo en un desarrollo habitacional.

En este caso, son deseables los lugares en los que habita un número menor de personas porque esto ofrece mayor bienestar a sus residentes. Se puede disfrutar de mayor espacio, tranquilidad y seguridad.

Por otro lado, la baja densidad también hace referencia al número de construcciones que se encuentran en una zona delimitada. Los espacios que cuentan con poca densidad son aquellos en las que se han construido pocas edificaciones y viviendas.

Las zonas con baja densidad son muy atractivas para muchos compradores e inversionistas. Son lugares que permiten disfrutar de varios espacios al aire libre y en los que no se genera demasiada congestión urbana. Este tipo de espacios pueden contar con amplias zonas verdes y, en general, ofrecen un estilo de vida tranquilo y una mejor calidad de vida que las zonas más pobladas y edificadas.

Las áreas con baja densidad pueden ser más costosas para vivir por los beneficios que ofrecen. Es usual que sean exclusivas y que los inversionistas de bienes raíces busquen hacer negocios allí.